27.3.12

1971, OSCURO Y FRÍO

1971, OSCURO Y FRÍO

Publicado originalmente en la edición en papel de EnlaceFunk Nº39
Por Miguel Gómez Losada
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Queriendo escribir sobre Jazz se me ha cruzado en el camino el pianista canadiense de música clásica, Glenn Gould (1932 - 1982), conocido por interpretar de forma maestra las Variaciones Goldberg de Bach un año antes de morir. Falleció en otoño, un 4 de octubre, con la llegada del frío, diciendo amar cualquier territorio cercano al círculo polar, por contener lo que él llamaba "El espíritu del Norte".

Es comprensible citarle. Quería escribir del frío porque también amo el frío, y precisamente 1971 es para mí el año del frío, el más frío de toda la cultura afroamericana. Siento1971 como un tiempo introspectivo de espiritualidad y recogimiento. Pienso en 1971 con ensimismamiento invernal, ese estado de clarividencia que sólo se nos revela los días de quietud, abrigo, y paisaje. 1972 fue sin embargo un año de sol, con Superfly, Papa was a rolling stone, y You are the sunshine of my life. El emblema, o la imagen de imágenes que ilustra 1971 podría ser la gabardina mojada de Marvin Gaye en What´s goin´on, su frente lluviosa y la mirada clavada en el destino. En la canción del álbum Save the children hay una frase cruda que dice: "Cuando miro la tierra me lleno de tristeza, los niños pequeños de hoy van a sufrir mañana". 1971 es un año serio, y los discos de este año suenan a desesperanza, pero a la vez a fuerza contenida, y a vida para adentro.



Este frío denominador común en la música negra podría tener su explicación en los acontecimientos de este año, no olvidemos que en 1971 el sistema monetario entra en crisis al caer el dólar de manera pronunciada durante 1970-71, por registrar la economía norteamericana un déficit cercano a los diez mil millones de dólares. A esta contracción severa habría que sumarle el desastre de Vietnam, donde en 1971, los americanos tenían abiertos los frentes de Vietnam del Sur, Camboya y Laos, llegando a enviar antes de la progresiva retirada, la escalofriante cifra de 541.000 soldados. Este caos tiene su reflejo en la portada de Where I´m coming from, (1971) el álbum más preocupado y sombrío de Stevie Wonder, donde aparece vestido de soldado ofreciendo una galleta de chocolate, como ilustración a modo de ayuda que evidencia el clima de desesperación. El álbum dice Where I´m coming from "De donde vengo", con el mismo tono existencial que cuando Marvin Gaye afirma What´s goin´on, "Lo qué está pasando", disco influenciado por los tres años que su hermano pasó en Vietnam, por la droga, por el odio, y por la pobreza. La canción What´s goin´on comienza así: "Madre, madre, sois demasiadas las que estáis llorando. Hermano, hermano, hermano, sois demasiados los que estáis muriendo", y en Mercy, mercy me, pregunta "¿Dónde se fueron todos esos cielos azules?" para sentenciar seguido: "El veneno es el viento que sopla desde el norte". Además, en 1971 el color de la piel todavía importaba demasiado.




Quizá el arte sea la manifestación que moldea la identidad del espíritu, el charco donde mirarse, y el ingrediente necesario para sublimar y comprender nuestra personalidad. Es en la música o en la pintura donde me comprendo, donde sé quién soy. El arte no es sólo un asunto de placer o de evasión, es donde tomo conciencia de mi naturaleza. Basta un disco lluvioso para activar los síntomas lluviosos del ánimo, o viceversa, basta ser propenso a "ese Espíritu del Norte" para necesitar encontrar esta emoción en todas las músicas, en todos los cuadros.
En 1971, Herbie Hancock graba el oscuro, húmedo y subterráneo Mwandishi, un álbum de Jazz abstracto que pone los pelos de punta. Es música de la caverna. Este disco va más allá de la instrospección y del recogimiento. El tema Wandering spirit song, que dura más de 21 minutos, es directamente siniestro. Es música para el purgatorio, es el sonido de la oscuridad. Escucharlo con la luz apagada da miedo, y en sus pasajes atmosféricos provoca una experiencia sobrenatural.



Algo de luz al fondo supone el impresionante Aquilla, dentro del álbum Sunshine Man (1971) del flautista Harold Alexander, donde el instrumento hace honor al viento, con evocación a montañas cambiantes por las nieblas y las lluvias que se suceden. Este invierno vital continúa en el año más frío de Kool & The Gang, también 1971, con dos álbumes grabados en directo, de portadas oscuras, sólamente iluminadas con algún reflejo de focos y metales en la fotografía del escenario. Tanto en Kool & The Gang, Live at the Sex Machine, (grabado el 10 de febrero de 1971), como en Live and the P.J.´S , (grabado el 21 de mayo de 1971), tocan su repertorio 1969 - 1971, y no sé si estoy influenciado por las portadas oscuras o por el sonido robusto que caracteriza esta etapa del grupo, ese Funk de cabaña, pero escucho estos directos imaginando un bosque nocturno, con el temor que nace donde la hoguera no llega con su luz y comienza la sombra, la noche cerrada y las presencias ocultas.




Para seguir disfrutando de este último invierno afroamericano hay que escuchar también los discos de Black Jazz Records, sello que nace en 1971, quizá recuperando el underground perdido de Blue Note, grabando a Doug Carn, Gene Rusell, o Walter Bishop Jr. entre otros. Las portadas en blanco y negro se corresponden con el sonido que contienen. No hay color, no hay alegría, es nuevamente El espíritu del Norte.



Pero no hay oscuridad para siempre, la vida es alternancia. Entiendo There´s a riot goin´on como el comienzo del deshielo, donde podría decirse que la voz de Sly es el cante jondo del Soul; y por supuesto los JB´s, con su nueva definición del ritmo, donde los vientos, estilo "el elefante que se revela contra su domador", hacen desaparecer cualquier signo invernal. Curiosamente un año después Kool & The Gang graban Music is the message, con la portada azul cielo, donde las letras esculpidas en hielo empiezan a derretirse. Incluso Shaft (1971), a oscuras y con la tipografía cuadrada y de color morado, da paso a Superfly (1972), con el logo sensual, rojo y amarillo. Detrás aparece Curtis Mayfield con la expresión anaranjada. En su frente no hay lluvia, ha salido el sol.